lunes, 19 de septiembre de 2016

Alojzije Stepinac, discurso a los jóvenes



¡AMIGOS, A NO BAJAR LA CABEZA, sino a llevarla bien en alto!
Nuestro Dios no ha cambiado. ¡Aún es el mismo Padre preocupado; es como un médico, que vela por nosotros!
¡Es contradictorio creer en Dios y ser pesimista!

¡No al pesimismo! Pues el pesimismo es un yuyo que encuentra tierra fértil sólamente allí donde desapareció la fe en Dios, en Jesús. En tierra cristiana, en el alma de un católico, el pesimismo no tiene lugar. 
En una escuela norteamericana crearon un concurso para el alumno que escribiera la mejor reflexión. Y la reflexión ganadora decía asi: ¨La gente murmura, critica a Dios pues le puso espinas a la rosa. ¿Acaso, antes de mirar eso, no deberían agradecerle a Dios, pues sobre las espinas está creciendo una rosa?
Hoy todos murmuran, incluso se ponen como locos, pues Dios nos ha rodeado de tanto dolor. Se vuelven pesimistas. Y aún así, antes que todo deberíamos darle gracias a Dios pues nos ha permitido vivir en estos tiempos tan difíciles. Pues es justamente en estos tiempos difíciles cuando cada persona tiene la oportunidad de demostrar las mas hermosas virtudes que tiene su alma. 
Fíjense solamente cuántas lágrimas hay hoy en dia en esta Tierra. ¿Acaso el ser humano noble no tiene la oportunidad de demostrar su empatía hacia aquellos que lloran? Aún cuando no pudiera ayudar en nada, ese ser humano puede regalarle a quien llora una palabra amable, que tantas veces vale más que cualquier otro regalo.
Por eso, jóvenes amigos, ¡a no bajar la cabeza! ¡Llévenla siempre en alto! Dios no ha cambiado. Aún hoy sigue siendo el mismo Padre atento a nuestras necesidades, como un médico que vela por nosotros. Creer en Dios y ser pesimista, es contradictorio. El verdadero católico hoy debe ser un gran optimista, hoy más que nunca. Dios comienza cuando el hombre ya no puede más.
Préstenle atención a la alfombra en el suelo. Fíjense en el dorso de la alfombra. No verán náda más que polvo, y unos cuantos hilos deshilachados aquí y allá. Ahora vean el frente de la alfombra: a menudo podrán ver hermosas figuras entretejidas. 
¡Los sucesos que ocurren hoy son tan complicados, intrincados! 
Y no es para sorprenderse, pues justamente estamos mirando esos sucesos desde el dorso, desde el lado incorrecto, con la visión muy acotada que nos da nuestra vida aqui, en la tierra. 
Dios los ve desde el lado correcto. Los mira, y va a sorprendernos muchísimo algún día cuando podamos ver que esta red de sucesos era parte de una red que estaba sostenida por Sus manos divinas, para poder conseguir lo que es mejor para nosotros y nuestra vida.

Discurso a los Jóvenes, Croacia 1944.
Cardenal Alojzje Stepinac.

Traducción Ljilja Vlaho

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